Sin ninguna duda en los últimos tiempos ha crecido el interés por el análisis del juego en los deportes de equipo, especialmente a través de los datos estadísticos. Concretamente, en balonmano, podríamos decir que el estudio del ritmo de juego es «trending topic» o tema de tendencia entre los entrenadores y preparadores físicos.
En esta línea, la propuesta de un juego más rápido del FC Barcelona ha abierto un enorme debate entre técnicos, aficionados y periodistas. Tal y como explicaba el propio Xavi Pascual en una entrevista concedida al diario Mundo Deportivo (https://www.mundodeportivo.com/balonmano/20200526/481394244212/formula-pascual-radiografia-del-veloz-juego-del-barca.html), han modificado su modelo de juego en los últimos años para tratar de aumentar el número de posesiones en contraataque, puesto que la eficacia de lanzamiento en contraataque es mayor que en ataque posicional.

Recientemente, en el pasado Campeonato de Europa de Balonmano Femenino celebrado en diciembre de 2020, hemos visto como la Federación Europea de Balonmano (EHF), a través de la empresa de «tracking» Kinexon, nos aportaba numerosas estadísticas de cada encuentro. Al finalizar la ronda preliminar, uno de los periodistas de la EHF escribía un artículo titulado «Myth or fact: the importance of possession in handball», en este escrito se realizaba un interesante análisis sobre la relación entre el tiempo de posesión y el número de goles logrados por cada selección.

Una vez analizados los datos, se observó que un mayor tiempo de posesión no se traduce en un mayor número de goles, de hecho la selección Noruega fue el equipo que menos posesión tuvo en esta fase de grupos y sin embargo logró 105 goles, a diferencia de Polonia que logró 28 goles menos con una posesión superior a los 96 minutos de un total de 180 minutos disputados. Por tanto, la principal diferencia está en los contraataques, donde Noruega es capaz de conseguir 23 goles y, por el contrario, Polonia sólo anotó 7.
A raíz de estos artículos, de muchas horas de reflexión y también de muchas horas de debate con otros entrenadores me planteo las siguientes cuestiones:
– ¿Realmente ha aumentado el ritmo de juego en los últimos años?
– ¿Ha aumentado el número de posesiones por partido?
– ¿Cómo se distribuyen esas posesiones en las diferentes fases del juego?
– ¿Existe relación entre el número de goles obtenidos en contraataque y la victoria?
– ¿Los equipos ganadores son los más eficaces en el contraataque?
Aprovechando que en pocos días comienza el Campeonato del Mundo Masculino y que aún tenemos reciente el Campeonato de Europa Femenino, he analizado algunos datos obtenidos de las últimas grandes citas internacionales de selecciones para intentar encontrar respuestas a las cuestiones anteriores.
¿Qué nos dicen los datos?
Si observamos las estadísticas de los últimos Campeonatos de Europa y Campeonatos del Mundo de Balonmano Masculino podemos ver que existe una relación entre el número de goles logrados en contraataque y el puesto obtenido en la clasificación final, de modo que los equipos que logran mayor número de goles en esta fase del juego obtienen una mejor clasificación al final del torneo. En las siguientes imágenes se pueden observar estos datos.
En el caso del balonmano femenino internacional podemos comprobar que el patrón se repite, existe una relación entre el número de goles logrados en contraataque y el puesto obtenido en la clasificación final, tal y como puede verse en las siguientes imágenes.
Implicaciones para el entrenamiento de la condición física
A la vista de los datos mostrados anteriormente, parece que en el balonmano actual existe una ligera tendencia hacia el aumento del número de transiciones por partido, lo que se traduce en más acciones de alta intensidad con menor tiempo de recuperación. Por tanto, desde el punto de vista de la preparación física debemos preocuparnos por desarrollar y mantener una elevada capacidad de resistencia en nuestros deportistas.
Por tanto, el entrenamiento de resistencia debe permitir al jugador realizar mayor número de acciones de alta intensidad por partido y recuperarse más rápido entre cada una de estas acciones. En definitiva, retrasar al máximo la aparición de la fatiga. El siguiente video ilustra a la perfección lo expuesto anteriormente.
Además, el desarrollo de la resistencia será clave para que el deportista pueda soportar los exigentes calendarios deportivos que cada vez están más sobrecargados de partidos. En otras palabras, una buena resistencia permitirá al jugador enfrentarse con éxito a períodos de alta densidad competitiva en los que necesitará recuperarse mejor y más rápido entre cada una de las competiciones.



En estas imágenes podemos ver unas declaraciones de Xavi Pascual sobre los calendarios deportivos actuales.
Como es lógico, estos datos deben ser tomados con cierta cautela ya que están extraídos de un contexto muy concreto, como es el balonmano internacional de selecciones. Dicho esto, lo que cada entrenador o preparador físico podría hacer es analizar el ritmo de juego de su equipo y de su contexto competitivo.
Espero que esta publicación ayude a comprender mejor cómo es el balonmano actual y sus implicaciones para el entrenamiento de la condición física.
Espero vuestras opiniones y feedback en los comentarios.





