Actualmente casi nadie cuestiona que el balonmano de alto nivel está sufriendo una transformación: se juega cada vez más rápido.
En el pasado Campeonato del Mundo de 2021 ha vuelto a quedar constancia de ello. Hemos comprobado como los equipos tratan de explotar las transiciones ofensivas para lograr ventajas numéricas que les proporcionen situaciones más favorables para el lanzamiento. Como ya expuse en entradas anteriores (https://carlosgarciapf.com/2021/01/04/velocidad-juego-balonmano-condicion-fisica/), esto se traduce en mayor número de acciones de alta intensidad con menor tiempo de recuperación. Por tanto, esta tendencia de juego se asienta sobre una mejora de la condición física, en concreto de los sistemas energéticos, que deben contribuir a retrasar la aparición de la fatiga.
En el siguiente vídeo podemos ver un claro ejemplo de esta tendencia de juego.
En la publicación anterior también advertía que debemos ser cautelosos con la extrapolación de estos datos, puesto que estaban extraídos de un contexto muy concreto, como es el balonmano internacional de selecciones.
¿Sucede lo mismo en categorías de formación?
A raíz de esto, me surgieron las siguientes preguntas:
¿Sucederá lo mismo en el balonmano de formación?
¿Existirá relación entre el número de goles logrados en contraataque y la victoria?
¿El ritmo de juego también habrá aumentado?
Revisando la literatura científica sobre este tema he encontrado un interesantísimo artículo de los compañeros de la Universidad de Extremadura y de la Universidad de Murcia (García et al. 2008), en el que se analizaron las diferencias (indicadores de rendimiento) entre equipos ganadores y perdedores en categorías de formación. Para ello, los autores analizaron los 52 encuentros disputados en el Campeonato de España de Selecciones Autonómicas de 2007.
Los resultados de este estudio indican que los equipos ganadores son mejores ofensivamente que los perdedores, especialmente en los goles de contraataque y en los goles desde 6 metros (existiendo diferencias significativas en los goles que se consiguen en contraataque). Además, los indicadores de rendimiento que predicen la victoria son: mejores valores en los lanzamientos de contraataque, goles en contraataque, goles desde 6 metros y asistencias, y menores valores en los lanzamientos recibidos.

Este artículo también nos aporta algunos datos interesantes sobre el promedio de goles y lanzamientos en contraataque. Concretamente la media de goles en contraataque de los equipos ganadores es 5,84 por partido y el número de lanzamientos en contraataque es 7,55.
Curiosamente, a pesar de que este trabajo tiene más de diez años ya se podía percibir la relación entre el número de goles logrados en contraataque y la victoria. A partir de aquí podemos plantearnos múltiples hipótesis sobre cómo será el balonmano actual en categorías de formación: ¿Habrá aumentado el ritmo de juego? ¿Se lograrán más goles de contraataque? ¿Habrá diferencias en función de la categoría? ¿Y entre balonmano femenino y masculino?
Por el momento, aunque no disponemos de datos suficientes, parece que el contraataque es una fase determinante para lograr la victoria en categorías de formación.
Aplicaciones prácticas
De este breve «análisis» podemos extraer algunas aplicaciones prácticas para el entrenamiento.
✅ Dedicar tiempo de entrenamiento a optimizar todos los elementos que forman parte del contraataque, tanto a nivel individual como colectivo.
✅ Aumentar la capacidad de interceptar pases y blocar lanzamientos de nuestro equipo para tratar recuperar más balones y disponer de un mayor número de transiciones ofensivas.
✅ Mejorar la condición física de nuestros deportistas para que sean capaces de repetir acciones de alta intensidad (RSA) durante todo el partido.
Como siempre espero vuestras opiniones y feedback en los comentarios.
Referencias bibliográficas
García, J., Ibáñez, S., Feu, S., Cañadas, M., & Parejo, I. (2008). Estudio de las diferencias en el juego entre equipos ganadores y perdedores en etapas de formación en balonmano. (Study of the differences yn play between winning and losing teams in formative stages of team handball).. Cultura, Ciencia y Deporte, 3(9), 195-200. doi:http://dx.doi.org/10.12800/ccd.v3i9.162