Carlos García Sánchez, investigador de la Universidad Politécnica de Madrid (INEF-UPM), lidera un estudio pionero en colaboración con expertos de la Universidad Europea de Madrid, la Universidad de Almería y la empresa tecnológica Hudl. El objetivo: comprobar si es posible monitorizar la carga externa soportada por las jugadoras de balonmano sin necesidad de recurrir a Sistemas de Posicionamiento Local (LPS) y antenas ultra-wideband (UWB), basándose únicamente en métricas obtenidas mediante sensores inerciales.
De las cámaras a los sensores inerciales: una evolución necesaria
Tradicionalmente, la monitorización de la carga externa durante partidos oficiales de balonmano se ha realizado mediante el análisis de vídeo o sistemas de tracking óptico. Estas técnicas permitían cuantificar el número de acciones técnicas y analizar las distancias recorridas a diferentes intensidades, pero presentaban importantes limitaciones:
1. La calidad y consistencia de los datos depende en gran medida del investigador/observador.
2. Menor precisión y fiabilidad parar registrar velocidades elevadas en los desplazamientos de los jugadores.
3. Baja precisión para captar acciones o movimientos muy rápidos que se producen en distancias reducidas como las aceleraciones o deceleraciones.
Por todo ello, estos sistemas generalmente subestimaban las demandas físicas reales del juego.

Con la llegada de Sistemas de Posicionamiento Global (GPS), los deportes de exterior como el fútbol o el rugby experimentaron una revolución en la monitorización de carga externa. Sin embargo, el uso de GPS en deportes indoor como el balonmano es inviable debido a la incapacidad de captar la señal satelital en el interior de las instalaciones deportivas.

Para solventarlo, en la última década han surgido tecnologías como los Sistemas de Posicionamiento Local (LPS) que combinan la instalación de antenas con tecnología ultra-wideband (UWB) alrededor de la pista de juego y los sensores inerciales (IMUs). Estos sensores inerciales ofrecen nuevas métricas como las aceleraciones, deceleraciones, saltos, impactos y cambios de dirección, un aspecto para el que los sistemas basados en el vídeo-tracking no están preparados tecnológicamente.

Sin embargo, los sistemas LPS con tecnología UWB presentan algunos inconvenientes que dificultan su utilización en todos los contextos deportivos:
1. La calidad de la señal depende en gran medida de la estructura de la instalación deportiva donde se utilice. Incluso es posible que en algunas instalaciones no se puedan registrar datos, especialmente si hay muchos elementos metálicos que puedan interferir en la señal.
2. El montaje y calibración de las antenas dificulta su transporte. Por tanto, los equipos suelen emplearlo únicamente en los partidos disputados como local. Del mismo modo, su uso está muy limitado para aquellas selecciones nacionales que entrenan y compiten en distintas instalaciones.
3. Elevado coste económico que dificulta el acceso a equipos con menor presupuesto.
Entonces… ¿Podría ser suficiente con los sensores inerciales?
El estudio, publicado en la revista International Journal of Performance Analysis in Sport parte de una pregunta clave para preparadores físicos y entrenadores de balonmano: ¿podemos confiar únicamente en los sensores inerciales si no disponemos de antenas LPS?
Para responderla, los investigadores analizaron datos de 13 partidos oficiales de la Segunda División femenina española durante la temporada 2021-2022. Se utilizaron dispositivos WIMU que recogen simultáneamente métricas de velocidad y distancia (LPS) y métricas de acelerometría (IMUs). Las variables estudiadas incluyeron, por un lado, las obtenidas a partir del sistema LPS como la distancia total recorrida (TDC) y el High Metabolic Load Distance (HMLD), y por otro, las métricas capturadas por los sensores inerciales como PlayerLoad total (PL), o la acumulación de PlayerLoad superior a 2G y 4G (+2G-PL y +4G-PL) y Dynamic Stress Load (DSL).
Los resultados mostraron correlaciones muy fuertes entre la Distancia Total Recorrida y el PlayerLoad (r = 0.952–0.992) en todas las posiciones (primeras líneas, extremos y pivotes). También se observaron asociaciones significativas entre High Metabolic Load Distance y métricas de intensidad basadas en acelerometría, especialmente +2G PL (r = 0.719–0.955), +4G PL (r = 0.603–0.905) y DSL (r = 0.510–0.832).

Además, mediante el análisis de regresión lineal, se comprobó que la Distancia Total Recorrida puede predecirse con precisión a partir del PlayerLoad, con un coeficiente de determinación (R²) entre 0.906 y 0.984. También se puede predecir la HMLD a partir de las métricas +2G, +4G y DSL en las diferentes posiciones específicas.

Aplicaciones prácticas para entrenadores, preparadores físicos e investigadores
1. Nuestros hallazgos demuestran que los sensores inerciales pueden ser utilizados para monitorizar la carga externa cuando el sistema LPS no está disponible, como ocurre en partidos fuera de casa, equipos con presupuestos limitados o pabellones sin la infraestructura adecuada.
2. Los entrenadores pueden utilizar las métricas derivaddas de los sensores inerciales para diseñar tareas de entrenamiento que repliquen las exigencias mecánicas y metabólicas de la competición, logrando una mejor transferencia al rendimiento competitivo. Igualmente, permite ajustar la carga de trabajo a lo largo de la semana, identificando fases de recuperación, sobrecarga o descarga antes de competir.
3. Otro aspecto clave es su utilidad en el ámbito de la recuperación o readaptación de lesiones. Mediante el registro del PlayerLoad o el DSL, por ejemplo, es posible diseñar una mejor programación y distribución de la carga externa durante la última fase de recuperación de la lesión o fase de return to play. Esto nos permitirá comprobar si la jugadora lesionada está tolerando adecuadamente los niveles de carga crónica acumulados antes de la lesión, lo que puede favorecer un retorno más seguro y eficaz a la competición. Por tanto, los datos de carga externa obtenidos en la competición podrían ser una referencia muy valiosa para programar la carga de entrenamiento en las últimas fases del proceso de recuperación de una lesión.
¿Y si dispongo de un sistema LPS?
Aunque los sensores inerciales ofrecen una solución práctica y válida, los autores del estudio subrayan que la combinación con tecnología LPS mejora notablemente la precisión y el detalle de la información recogida. Por tanto, en contextos donde el uso del LPS sea posible (por ejemplo, partidos en casa o centros de alto rendimiento), la integración de ambas fuentes de datos es la mejor opción para una gestión óptima del rendimiento y la carga externa.
Conclusión
El estudio aporta evidencia científica sólida sobre el valor de las métricas basadas en acelerometría para el control de carga física en balonmano femenino. En un contexto donde no siempre se cuenta con recursos tecnológicos avanzados, los sensores inerciales se consolidan como una herramienta útil, práctica y accesible para tomar decisiones informadas sobre entrenamiento, recuperación y prevención de lesiones.
Referencia
García-Sánchez, C., Nieto-Acevedo, R., Martínez-Rubio, C., Marquina, M., Navarro, R. M., & de la Rubia, A. (2025). Association between LPS data and accelerometer-based metrics: breaking antennas dependency for external load monitoring in women’s handball. International Journal of Performance Analysis in Sport, 1–15. https://doi.org/10.1080/24748668.2025.2513208
Para consultar el artículo completo y descubrir en detalle estos hallazgos, accede a: https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/24748668.2025.2513208