Mis programas de entrenamiento están basados en las investigaciones científicas más recientes. Estas publicaciones aportan los últimos avances sobre entrenamiento de fuerza, estrategias recuperación, planificación, evaluación de la condición física, control y monitorización de la carga, etc…

Dentro del ámbito científico, las ciencias del deporte constituyen un área de conocimiento de reciente creación y en constante cambio. Por este motivo, lo que hace diez años se podía considerar una verdad absoluta puede que hoy ya no lo sea. Esto obliga a los entrenadores y preparadores físicos a mantenerse siempre actualizados.

¿Cómo las ciencias del deporte mejoran mis programas de entrenamiento?

A lo largo de los últimos años he elaborado un proceso sencillo para saber si un artículo científico puede ayudarme a mejorar mis programas de entrenamiento. Este proceso consiste en establecer una serie de filtros para decidir si me interesa leer un estudio en profundidad, ya que actualmente se publican más de 1000 estudios cada mes y resultaría casi imposible leerlos todos. En definitiva, lo que hago es priorizar la lectura de unos artículos frente a otros teniendo en cuenta su calidad y su temática.

Primer filtro: Temática

Reviso los estudios que se publican cada mes y selecciono los que están relacionados con los temas que me interesan (fuerza, hiit, estrategias de recuperación, planificación, control de la carga, etc).

Segundo filtro: Evidencia científica

Cuando un estudio me interesa compruebo que tenga un elevado nivel de evidencia científica basándome la siguiente figura.

Tercer filtro: Aplicaciones prácticas

Si el artículo ha pasado el primer y segundo filtro, lo siguiente que hago es una primera lectura rápida para saber si realmente los hallazgos del estudio me pueden aportar aplicaciones prácticas para mis entrenamientos. Si esto es así comienzo a leerlo detenidamente.

Último paso

Finalmente, extraigo la información que considero verdaderamente relevante (características de los participantes, tipo de intervención realizada, duración, resultados, etc) y la incorporo a mi metodología de entrenamiento. Para ello, elaboro una tabla en la que recopilo esta información con el fin de que me resulte más sencillo volver a utilizarla en el futuro.