«Yo no había tenido nunca un preparador físico como tal y la experiencia ha sido muy positiva. Los aspectos que más destacaría son, en primer lugar, el creer en un plan de preparación que no consista en acabar siempre fundido, sino trabajar con distintos porcentajes de RM y cargas. Y sobre todo con lo que yo me quedo es que siempre había visto el gimnasio como la parte aburrida e inservible del entrenamiento y este año ha cambiado totalmente mi visión, hasta tal punto que me ha empezado incluso a gustar la preparación física».