En esta publicación veremos una estrategia práctica que puede ayudarnos a aumentar la motivación de los deportistas en el entrenamiento de fuerza.
Esta estrategia se basa en proporcionar autonomía al jugador para configurar una parte de su entrenamiento.

¿CUÁLES SON LAS VENTAJAS DE QUE EL JUGADOR CONFIGURE PARTE DE SU ENTRENAMIENTO?
– Permite una mayor individualización de los programas.
– Aumenta implicación del jugador en el desarrollo de su rendimiento (tomar conciencia y comprometerse).
– Evita la monotonía causada por realizar un programa de entrenamiento sin variaciones.
¿QUÉ ASPECTOS DEBEMOS TENER EN CUENTA ANTES DE DAR AUTONOMÍA AL DEPORTISTA?
Lo primero que debemos tener en cuenta es que esta estrategia no se puede aplicar directamente en todos los contextos, es decir, necesitamos que nuestros deportistas cumplan varios requisitos:
1. Madurez física y mental para gestionar adecuadamente la autonomía.
2. Experiencia de 1-2 años en el entrenamiento de fuerza para saber cuáles son los ejercicios que le aportan un beneficio directo a sus acciones específicas en el juego.
Por tanto, esta idea de proporcionar autonomía a los jugadores no es conveniente aplicarla desde el inicio en equipos con jugadores en formación. Sin embargo, en equipos con jugadores experimentados puede ser una idea muy adecuada, ya estos jugadores tienen un conocimiento más profundo de aquello que les ayuda a mejorar su rendimiento deportivo.
¿QUÉ PROCESO PODEMOS SEGUIR PARA PONER EN MARCHA ESTA IDEA?
Para implantar un sistema de entrenamiento que proporcione libertad al deportista podríamos utilizar las siguientes fases.
Fase 1: Conectar
Explicar al jugador cuáles son las acciones determinantes de su puesto específico (sprint, salto, cambio dirección, lanzamiento, etc…) y qué ejercicios le ayudarán a mejorarlas.
Fase 2: Diseñar lista de ejercicios
Crear una lista de ejercicios adaptados a las necesidades de cada jugador o puesto específico. Cuando trabajamos con deportistas experimentados es interesante escuchar las propuestas que nos puedan hacer.
Fase 3: Distribución 80/20
Diseñar el programa de entrenamiento teniendo en cuenta el Principio de Pareto o Regla 80/20, es decir, un 80% de los ejercicios los programa el entrenador y un 20% los selecciona el deportista de la lista de ejercicios creada previamente.
